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LO QUE HAY QUE SABER SOBRE LA LEISHMANIA CANINA
La Leishmaniosis o "enfermedad del mosquito" es una enfermedad parasitaria que afecta a los perros y es transmitida por un tipo determinado de mosquito Phlebotomo). Las hembras de este mosquito pueden picar a un animal enfermo, los parásitos cambian de morfología en sus glándulas salivares adquiriendo la forma infectiva en unos días. Posteriormente, si este mosquito pica a un animal sano puede transmitirle la enfermedad.
Debe quedar muy claro que no hay posibilidad de contagio directo entre animales o entre animales y personas. Sólo es posible la transmisión mediante el Phlebotomo. Además, mientras en el perro la Leishmaniosis es una enfermedad crónica que precisa de un tratamiento continuado, en humanos se producen muy pocos casos de contagio, fundamentalmente en personas con su sistema inmunitario deprimido (enfermos de SIDA, leucemia...), siendo por otra parte muy efectivo el tratamiento en personas.
La Leishmania se localiza en la sangre y la médula ósea. Desde la picadura del mosquito hasta que se muestra la enfermedad pueden pasar de 4 a 6 meses, y no es detectable en esa fase ni siquiera por medio de análisis de sangre. Pasado este tiempo, los síntomas que pueden aparecer son: crecimiento exagerado de las uñas, ganglios infartados, alopecias características en zonas del cuerpo como orejas y alrededor de los ojos y delgadez a pesar de comer con apetito y regularidad, entre otros. Simultáneamente, el parásito va afectando a los órganos internos (hígado, riñón...) y la salud del animal empieza a verse seriamente dañada.
La Leishmaniosis en el perro no llega a curarse sino que existe un tratamiento paliativo que la detiene. Para ello hay que dar al animal el tratamiento adecuado, y hacer pruebas periódicamente para ver cómo evoluciona. Con el tratamiento, el parásito se aísla en la médula y deja de ejercer su efecto. Hay animales que pueden vivir muchos años e incluso morir de viejos si responden bien al tratamiento, mientras que en otros puede no ser así. En tal caso, el animal va degenerando y acaba por sufrir muchísimo, recomendándose su eutanasia.
PREVENCIÓN
La única lucha contra la enfermedad es la prevención: El mosquito vive en primavera y verano, e incluso en otoño si éste es cálido, siendo especialmente activo en el crepúsculo y al amanecer, y durante la noche. Por lo tanto, se recomienda no sacar al animal a la intemperie durante esos momentos y que duerma en el interior; además de aplicar durante esas épocas productos repelentes e insecticidas con la frecuencia y en la dosis que nos recomiende nuestro veterinario.
Igualmente es aconsejable que cada año en otoño-invierno se realice al animal una prueba específica para la detección de esta enfermedad, ya que el tratamiento es más efectivo si se diagnostica pronto.
¡ANTE CUALQUIER DUDA, SIEMPRE CONSULTA A UN VETERINARIO!
Enviado por Sonia (Rastra) para todos los navegantes de www.frajamomadrid.com